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EL BALLET
Danza y baile, tan sólo diferenciados por un sutil matiz, son términos sinónimos que el diccionario define como «movimiento ordenado del cuerpo y en particular de los pies, según el tiempo musical señalado por el canto o por los instrumentos). En la historia que hemos trazado, un término podría ser, por lo tanto, sustituido por el otro, teniendo presente, que Ia danza tiene por lo general una acepción levemente más noble. Por el contrario, el ballet está conceptuado separadamente y desde 1585, definido « pequeña acción pantomímica con música y danza), definición todavía válida, si bien el adjetivo pantomímica no agrada a algunos puristas que en el ballet ven, sobre todo, el arte de componer figuras con pasos de danza, movimientos y actitudes acompañadas por la música. En la historia del ballet veremos prevalecer, en efecto, sutilmente, tan pronto una como otra definición, con arreglo a la influencia predominante de una u otra escuela. Está generalizada además la costumbre de definir ballet clásico, el que se expresa con un determinado estilo de danza, esto es, con la danza clásica o académica, o danza sobre las puntas, que nació y tuvo su época de oro en el periodo romántico.
El ballet, también conocido como danza académica, suele ser considerado un arte delicado y de extrema elegancia; aunque también es un arte estricto y que requiere una importante concentración mental, puesto que sus movimientos están muy codificados y deben aspirar a lograr una armonía completa en el cuerpo con cada paso. Según las épocas, los países o las corrientes y el espectáculo coreográfico, esta expresión artística puede reunir danza, mímica, teatro (de orquesta y coral), personas y maquinaria.

El ballet ha sido nutrido sobre todo por las escuelas francesas. Sin embargo, esta disciplina de la danza empezó en Italia, con el nombre de “balletto”. ¿Quieres saber más sobre su historia?


 

  
NACIMIENTO DEL BALLET

      
Como escribíamos, el ballet surgió en Italia, más concretamente en los festines que se hacían en las cortes italianas a finales del siglo XV. Estos festines se hacían en grandes salas que mezclaban banquetes y bailes. Al principio, los números de danza que se hacían tenían un contenido que buscaba ser alegórico y, normalmente, relacionado con la mitología.

Después, estos ballets cortesanos italianos fueron desarrollándose en Francia. Por ejemplo, el Ballet cómico de la reina es el primer ballet del que ha sobrevivido la partitura completa y fue estrenado en París en 1581. A raíz de éste se fue determinando el carácter de los futuros ballets cortesanos, que se consolidaron a lo largo del siglo XVII en las cortes europeas, en cuidados escenarios, con ambiciosas decoraciones y vestuarios.

La cumbre del ballet fue durante el reinado de Luis XIV, también conocido como el “Rey Sol”. De hecho, este apelativo le vino precisamente por el papel que ejecutó en un ballet. ¿Lo sabías? Durante este período fueron muy importantes el compositor Jean Baptiste Lully y el coreógrafo Pierre Beachamps, quien es considerado el autor de las cinco posiciones básicas de colocación. Además, en 1661, Luis XIV fundó la “Academia Real de la Danza”, de modo que desde entonces se convirtió el ballet en una disciplina profesional.

 



Datos sobre el Ballet


Al principio, en el ballet como en el teatro, sólo los hombres podían participar, y tenían que representar papeles tanto masculinos como femeninos. Sólo en 1681, a raíz del ballet llamado “El triunfo del amor”, aparecieron las primeras bailarinas. Y, poco a poco, la técnica de danza fue desarrollándose hasta ser más teatral: la ópera ballet, que abarcaba canto y danza en una serie de bailes unidos por un mismo tema.

Otro de los problemas tempranos del ballet fueron los trajes, zapatos, pelucas y demás. En el siglo XVIII, Marie Anne Camargo acortó las faldas y empezó a usar zapatillas sin tacón para exhibir los pasos y saltos; y María Sallé se deshizo de los corsés a favor de las túnicas griegas para el ballet de “Pigmalión”. Estos fueron cambios importantes para la técnica.

La corte parisina aportó mucho al ballet, pero se hizo siempre desde un rígido virtuosismo. En cambio, los coreógrafos que trabajaron fuera de París alcanzaron un mayor dinamismo, dramatizando por medio de la danza y el gesto más que por las palabras. De esta fase es representativo Jean Georges Noverre, puesto que para él los movimientos debían fluir naturales y armónicos, y fue algo que trasmitió después a sus alumnos.

Poco a poco se desarrolló la danza de puntas, pero no con firmeza hasta que no se inventaron las zapatillas de punta dura. Se inició el periodo del ballet romántico (“Las Sílfides”, “Giselle”…), con historias que no se limitaban exclusivamente a los seres de otro mundo, y en las que las mujeres eran la figura dominante.

 

Historia del Ballet

Lee detenidamente el artículo y haz un comparativo sobre la matemática y el ballet haciendo clic en el botón. 

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© 2017 por María Teresa Llano Patiño.

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